La iniciativa de certificar los procesos y gestión de los bosques nace de la necesidad de diferenciar los productos forestales en el mercado, así como para demostrar que se cumple con estándares y prácticas homogéneas de conservación y protección de los recursos forestales. De esta forma, se le puede asegurar al consumidor final que el producto que está adquiriendo proviene de prácticas realizadas bajo principios de sustentabilidad tanto ambientales como sociales.
La Norma Mexicana de Certificación del Manejo Sustentable de Bosques (NMX-AA-143-SCFI-2015) se publicó en 2008, emitió el primer certificado nacional en 2011 y se actualizó en 2015. Consta de nueve principios:
Legalidad del manejo forestal y cumplimiento de la normatividad
Planificación, organización y capacitación para el manejo forestal
Conservación de la biodiversidad y los ecosistemas forestales
Prevención y mitigación de impactos ambientales; conservación, salud y vitalidad en los ecosistemas forestales
Registros de volúmenes y legal procedencia de las materias primas forestales
Condiciones laborales
Comunidades locales
Monitoreo y evaluación
Beneficios sociales y económicos
Nota: Datos actualizados a octubre de 2020.
El Forest Stewardship Council (FSC) nació en 1993 para crear el primer sistema de certificación forestal internacional, como respuesta a grupos de consumidores interesados en adquirir productos responsables con el medio ambiente. Los principios del FSC son:
Cumplimiento de las leyes y los principios del FSC.
Derechos y responsabilidades de tenencia y uso.
Derechos de los pueblos indígenas.
Relaciones comunales y derechos de los trabajadores.
Beneficios del bosque.
Impacto ambiental.
Plan de manejo.
Monitoreo y evaluación.
Mantenimiento de bosques con alto valor de conservación.
Nota: Datos actualizados a octubre de 2020.